lunes, 15 de abril de 2013

El Chirbes más devastador



A propósito de En la orilla, de Rafael Chirbes


Rafael Chirbes ha vuelto a escribir un relato social e íntimo al mismo tiempo de la España de hoy, la de la crisis, como ya hiciera hace un lustro en la celebrada Crematorio. En la orilla es un libro devastador donde los paisajes interiores de la derrota tienen su correlato en esa ciénaga a la que acude el protagonista, Esteban, un carpintero de toda la vida metido a promotor inmobiliario en la costa levantina. Es un pantano que quedó al margen de la especulación y que es escenario, paradójicamente, de los momentos más felices en la vida del protagonista.

Como en Crematorio, Chirbes da cuenta del hundimiento social y personal de esa España  donde muchos que se creyeron ricos ahora no tienen ni para comprar el brik de leche de los chicos. En la orilla está construida a base de monólogos absorbentes donde salen a relucir las obsesiones, frustraciones y cuentas pendientes de Esteban y sus compañeros de reparto: de Francisco, su amigo de la juventud, agraciado con el éxito profesional y que, de paso, se llevó al gran amor de Esteban, Leonor; de Pedrós, el promotor que le convence para meter todos los ahorros en unas promociones justo cuando el globo está a punto de estallar; de su padre, un republicano huraño que pasó toda su vida pensando que otra España era posible; de Liliana, la sensual cuidadora sudamericana hostigada por un marido alcohólico y putero y a la que Esteban no puede evitar consolar…

A través de la voz interior de estos personajes, Chirbes, capaz de desdoblarse una y mil veces, hace un exhaustivo recuento de la España del despilfarro, de ese espejismo de país que todos (o casi todos) nos creímos. Era la España de los nuevos ricos que un día sí y otro también comían en restaurantes con estrellas Michelín, que cerraban sus oscuros negocios y pelotazos al calor de un caro whisky escocés, después de haber dado cuenta de una paella de excelente marisco, o que acababan la fiesta en un club con una joven ucraniana entre las piernas.

Como siempre en Chirbes, la ruina material va acompañada de la derrota sentimental y moral. Padres e hijos que nunca se entendieron, amigos que se traicionaron por el amor de una mujer, sueños de juventud que la necesidad o la codicia dejó aparcados para siempre…  Chirbes, en el que es quizá su libro más duro, ha acabado haciendo un relato laico de la bajada a los infiernos. 

Un apunte final. Se ha dicho que En la orilla es la gran novela de la crisis. Puede ser verdad, pero creo que todavía está por escribirse la gran crónica del marasmo, un libro total en el que los protagonistas de verdad -pienso en los Rato o en los Zapatero de turno, en los gestores de las cajas y de las comunidades autónomas que actuaron en connivencia, en los promotores despiadados e hiperactivos, con Bañuelos a la cabeza, en los bancos internacionales que alimentaron la espiral de crédito…- también sean los héroes caídos de la ficción. Creo que hace falta una crónica de la crisis económica (y social y moral) en la línea que Javier Cercas exploró en Anatomía de un instante, donde la ingente información existente sobre los protagonistas de la transición y del golpe de estado del 23-F hizo innecesarios muchos kilos de fabulación. 


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