Es una de las cosas que cuenta Satya Nadella en un libro de reciente publicación, que en español se ha titulado 'Pulsa actualizar', y donde da detalles de su peripecia vital y de cómo en los últimos tres años ha abordado la transformación de Microsoft para afrontar los retos de la nube y el empuje de competidores como Amazon o Google. Efectivamente, Nadella se confiesa un fan incondicional del criquet, ese deporte tan difícil de entender para un español, pero que en la India es un fenómeno de masas. De hecho, deja caer que, de haber tenido una oportunidad en las ligas superiores de criquet de su país, ahora la historia de Microsoft y de la informática la estaría escribiendo otro.
Pero no queda ahí la cosa, en 'Pulsa actualizar', el CEO de Microsoft, el tercero en 40 años de historia que ha tenido la compañía de Windows, habla de cómo encontró la corporación fundada por Bill Gates a mediados de los años 70 y los esfuerzos que ha hecho desde 2014 para reconducir su futuro ante la pujanza de competidores como Amazon en la nube o de Google y Apple en el terreno de la movilidad y la informática personal. En el libro, que está escrito con un lenguaje accesible que evita la jerga tecnológica y la de los hombres de negocio (¡no hay una sola cifra de facturación, beneficios o cotización bursátil!), Nadella reconoce que la compañía que le dejó Steve Ballmer estaba en un estado lamentable.
Su relato no admite matices: “La empresa estaba enferma. Los empleados estaban cansados y frustrados. Estaban hartos de perder y de quedarse atrás a pesar de sus estupendos planes e ideas. Llegaron a Microsoft con grandes sueños, pero sentían que lo que realmente estaban haciendo era ocuparse de gestiones administrativas, rellenar impresos fiscales y discutir por nimiedades en las reuniones”.
Frente al estilo marcial e histriónico de Steve Ballmer (un señor que para algunos pasará a la historia por su famoso “developers, developers, developers” o por su mofa del iPhone), y a esa obsesión por "los dispositivos" que llevó a Microsoft a locuras como la compra de Nokia, Nadella ha introducido un estilo más compasivo y ha devuelto al software al centro del escenario. El cerebral, ingenieril y discreto Nadella, que es capaz de hablar de tecnología al tiempo que cita al filósofo Terry Eagleton, habla de las dificultades que ha tenido para convencer a la plantilla y partners de una empresa que ganaba -y sigue ganando- mucho dinero vendiendo licencias de software al modo tradicional de que había que dar un giro de 180 grados hacia la nube con el objetivo de asegurar su competitividad futura.
Se puede decir que en este tiempo, Nadella ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a sacar de la zona de confort a toda una multinacional que llevaba décadas muriendo de éxito, para adentrarla en el negocio incierto del software como servicio a través de Azure u Office 365, o para ir renunciando paulatinamente a los ingresos de Windows, el software estrella de la compañía durante décadas, porque las demandas de los clientes han cambiado y el PC no deja de languidecer.
En fin, estamos ante un libro interesante, que se lee en un pispás y donde el ingeniero indio también repasa su trayectoria vital y recuerda las dificultades por las que pasó él y su familia a su llegada a Estados Unidos, al tiempo que homenajea la figura inspiradora de sus padres.