miércoles, 16 de noviembre de 2011

La educación y sus peligros


A propósito de "Creer en la educación", de Victoria Camps


Este es un librito enormemente interesante para los padres, cada vez más desorientados en la tarea de educar a sus hijos, para los profesores, acogotados por la falta de medios en los colegios e impotentes ante unos chavales que van perdiendo hábitos de buena conducta, y para los políticos, ensalzados en cuestiones marginales de “ciudadanías” y "religiones" y olvidados de los asuntos centrales que deberían guiar el debate educativo. 

Con un lenguaje directo y llano, con los toques de erudición justos (las referencias a los especialistas y a los libros canónicos están muy medidas y son siempre pertinentes), Victoria Camps intenta ahuyentar falsos debates y recuperar la fe en la educación entendida en su sentido más estricto, como ese trabajo lento que tiene como propósito extraer lo mejor que lleva dentro una persona. 

Para lograrlo, Camps, que es catedrática de filosofía de la Universidad de Barcelona y que ha escrito una monumental Historia de la Ética, cree que es necesario ir renunciando al ideal progresista que ha antepuesto durante décadas la espontaneidad del niño a valores como la disciplina, el esfuerzo, el respeto a la autoridad o la tolerancia. Eso sí, advierte, sin llegar a los rígidos esquemas del franquismo, que, por otro lado, no serían entendidos hoy en día. 

Recordando a un perspicaz divulgador de todos estos temas como Salvador Cardús, Camps concede que los obstáculos son muchos, aunque teme sobre todo uno (o dos o tres, según se mire): la sociedad de consumo y su mayor escaparate, la publicidad con la que martillea constantemente la televisión. ¿Cómo inculcar valores como el esfuerzo, la disciplina o la contención, o formas de pensar como el autoconocimiento, cuando la publicidad, ubicua hasta decir basta, enaltece precisamente lo contrario? ¿Cómo es posible que las cadenas de televisión, que al fin y al cabo son un servicio público, hayan olvidado sus obligaciones para con los más pequeños y hoy haya desaparecido literalmente la programación infantil de las atestadas parrillas televisivas? 

Tampoco ayuda a plantear en los términos adecuados la cuestión educativa la opulencia en la que se han instalado en las últimas décadas las familias españolas y que, como poco, ha dado lugar a varias generaciones de niños consentidos. Para recuperar el terreno, la autora de Creer en la educación propone un debate serio y maduro de todas las partes implicadas, desde la familia a las instituciones y los medios de comunicación, pasando por los docentes, que hoy se sienten, ay, más desprestigiados y confundidos que nunca.


Creer en la educación. La asignatura pendiente
Victoria Camps
Editorial Península
Barcelona, 2008
220 páginas
17,50 euros

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